Para qué nos sirven las Emociones?
Las emociones nos permiten afrontar situaciones que no podrían ser resueltas únicamente con el intelecto. Cada emoción nos predispone de un modo diferente a la acción; cada una de ellas nos señala una dirección que, en el pasado, permitió resolver adecuadamente los innumerables desafíos a que se ha visto sometida la existencia humana. En este sentido, nuestra experiencia emocional tiene un extraordinario valor de supervivencia y esta importancia se ve confirmada por el hecho de que las emociones han terminado integrándose en el sistema nervioso en forma de tendencias innatas y automáticas de nuestro corazón.
El problema viene cuando nuestra experiencia emocional se convierte en un patrón automático de conductas reactivas ante estímulos del entorno o incluso, en el extremo, cuando vivimos predispuestos a algunas emociones en particular sin que nada este ocurriendo en nuestro entorno en realidad.
Hablemos por ejemplo del Temor Crónico.
TEMOR: Ansiedad, aprensión, nerviosismo, preocupación, consternación, inquietud, cautela, incertidumbre, pavor, miedo, terror. En un nivel patológico, fobia y pánico.
Qué podemos hacer?
Tómate unos minutos para ver el siguiente video 👉 A qué le temes?
Reflexiona sobre lo visto y prueba:
El primer paso consiste en tomar conciencia de uno mismo y registrar el primer acceso de preocupación tan pronto como sea posible. Con el debido entrenamiento, la persona puede llegar a captar el surgimiento de la preocupación en un momento cada vez más cercano al inicio de la espiral de la ansiedad. Es recomendable recurrir a alguna técnica de relajación, una vez identificado el surgimiento de la preocupación, sin embargo, no es suficiente. La persona necesita contactar activamente con los pensamientos perturbadores, de lo contrario, el ciclo comenzara de nuevo.
El siguiente paso consiste en adoptar una postura crítica ante las creencias que sustentan la preocupación. ¿Cabe ciertamente la posibilidad de que ocurra el acontecimiento temido?
El siguiente paso consiste en adoptar una postura crítica ante las creencias que sustentan la preocupación. ¿Cabe ciertamente la posibilidad de que ocurra el acontecimiento temido?
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